domingo, 13 de diciembre de 2009

EL ADIOS A UN MAESTRO DE DIRIGENTES.-


Estamos acompañando a don Juan Antonio Pacheco. Para su familia, para los amigos, para el barrio "Ningo", en su partida hacia otra dimensión, que cada uno interpreta de acuerdo a su fe o creencias.

En nombre de la Directiva de Saladero F.C, quiero expresar: que Ningo está ligado al club, desde su comienzo, cuando en 1945 se afilia a la Liga Salteña de Fútbol.

Siendo un joven de 22 años, se sumó a un grupo de hombres en su mayoría maduros deportistas, que emprendieron un sueño quijotesco: fundar un club para desarrollar el deporte más popular: el fútbol.

Crear un ámbito para que los jovenes se formaran en una sana actividad.

Es de destacar la visión de aquellos hombres, que aceptaron jovenes como Ningo, reconociendo el valor, la fuerza de la juventud, que tiene proyectos y la plenitud de energías.

Ningo supo de quellos inicios, pleno de sacrificios, de esfuerzos para concretar una institución, cuando no se cuenta con los recursos económicos. Conoció el deambular por casa de distintas familias, que prestaban un espacio para sede.

Pero con la fuerza de los sueños, se concretaron etapas: la adquisición de terrenos y levantar una sencilla casa para sede.

Ningo con generosidad,con amor a su club, permuta un terreno de su propiedad para que Saladero contara con los terrenos en una misma zona.

Era un hombre afable, bromista, a veces tenaz, que se acercaba al espíritu vasco, pese a ser un gallego de pura cepa, pues descendía de aquellos que un día salieron del puerto de Vigo, rumbo a estas tierras y se afincaron en Saladero.

Su larga vida le permitió sentir la alegría del ascenso a la Divisional A, en tres oportunidades, pero también la tristeza de los descensos. Pudo apreciar el crecimiento de su sede social y por escaso tiempo no alcanzó a ver la terminación del estadio propio, anhelo de tantos directivos y jugadores.

Quiero terminar con un fragmento del pensamiento del gran escritor español: Antonio Machado, cuando dice: ... se nos ha ido por una senda clara, diciéndonos: hacédme un duelo de labores y esperanzas".

Su ejemplo nos impulsa a : directivos, jugadores, hinchas continuar forjando sueños, proyectos a concretar, para la institución del barrio, como mejor homenaje.

La vida debe ser el crear ilusiones, sueños que transciendan la brevedad de nuestra existencia.

A su esposa, hijos, hermanos el consuelo apaciegüe el dolor de este momento.

¡ Que descanse en paz!

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